
Descubre estos impresionantes trucos para copiar en un examen. Pero, ojo, nosotros no te lo hemos dicho 😀
¿Has estado perdiendo el tiempo y no has podido (o querido) estudiar para un examen importante? ¿No estás seguro de que con los conocimientos que has adquirido gracias a tus horas de estudio sea suficiente como para aprobar tu próximo examen? Tranquilo, respira hondo, porque aún no está todo perdido. Te queda una solución: copiar. Puede ser arriesgado y deberás reunir el suficiente valor y sangre fría. Afortunadamente, aquí estamos nosotros para ayudarte.
Copiar es tan antiguo como la propia enseñanza. A lo largo de los años los métodos y las estrategias para copiar han ido evolucionando y se han perfeccionado hasta límites insospechados. A pesar de todo, los profesores están cada vez mejor prevenidos, y no siempre funciona. Recuerda que tu profesor ha sido alumno antes que tú y, casi con toda probabilidad, habrá copiado alguna vez. No les subestimes, son una raza de cazadores muy temida.
Aquí te dejamos nuestros 9 trucos para copiar en un examen. Suerte y que no te pillen.
1. Tu propio cuerpo, una chuleta
Las manos y antebrazos, por dentro del escote, en los muslos por debajo de la falda… Existen muchas partes del cuerpo donde colocar disimuladamente una chuleta, en algunas de las cuales nunca miraría un profesor. ¿Nos sigues?
2. Chuletas en miniatura
Te deseamos que no te sangren los ojos. Las chuletas en miniatura pueden funcionar, a riesgo de poner en riesgo la salud de tus retinas. Tranquilo, ya no se te nublará la vista redactando minúsculas chuletas, ahora existen aplicaciones para móvil que te hacen chuletas en miniatura al instante. Son igualmente difíciles de leer, pero al menos son más cómodas de hacer.
3. Nuevas tecnologías, nuevas formas de copiar
Viva la tecnología, gracias a la cual los nuevos millenials pueden disfrutar de nuevas y avanzadas tácticas para copiar sin ser detectado. Smartwatches, dispositivos móviles, audífonos y pinganillos en miniatura… El mundo de las chuletas evoluciona y las tecnologías están aquí para apoyarte.
4. Bolígrafos con sorpresa
Los bolígrafos acaparan todo un universo de chuletas. Tinta transparente, bolígrafos con la superficie rallada, papeles enrollados en su interior… ¡incluso ya hay bolígrafos con cámara de fotos y audífonos incorporados!
5. Chuletas para diseñadores
Este truco es solamente para los más creativos y los más fans del diseño gráfico. Pero funciona, vaya si funciona. Siéntate frente a tu ordenador, abre un programa de edición tipo Photoshop y busca una foto de una etiqueta (de una botella de agua, por ejemplo). Sustituye la información de la etiqueta por información básica del temario. Imprímela y pégala en la botella de agua que llevarás al examen. ¿Problem?
6. Aprovecha el entorno
Como buen soldado que se desenvuelve como pez en el agua en las situaciones de mayor tensión, debes ser capaz de aprovechar todas las ventajas y posibilidades que te ofrece el entorno. ¿Hay posibilidad de colocar chuletas en el suelo? ¿Hay algún empollón en tu radio de acción? ¿Tiene el profesor línea visual con tu pupitre? Solo sabiendo estas cosas llegarás a ser un verdadero master.
7. Estudia el comportamiento del profesor
Total, seamos realistas, si estás como loco por copiar es que no has estudiado para el examen, así que por mucho que te concentres en exprimir tu cerebro, poco jugo podrás sacar de él. Aprovecha cualquier despiste del profesor para echar un vistazo a tus chuletas. Y si estás sentado al lado de un empollón, mejor que mejor, aunque para eso tendrías que estar en nivel copión “Advanced mode”.
8. No te pongas nervioso
Saca de tu cabeza la idea de que el profesor te mira continuamente. No hagas movimientos bruscos ni disimules en exceso, finge estar concentrado en el examen. Tranquilo, es cuestión de experiencia. Cuantas más veces copies con éxito, más sabrás comportarte como un verdadero copión sin levantar sospechas.
9. Otras opciones menos recomendadas
Finge flojera intestinal para poder consultar los apuntes en el baño, secuestra a tu profesor, clava una chincheta con anotaciones en la nuca del alumno sentado delante de ti o copia directamente como un bendito sin preocuparte por nada más. Quién sabe, quizá también funcione.